LA DEPENDENCIA EMOCIONAL

Hay un refrán que dice “Quien te quiere bien, te hará llorar”. Yo propongo otro: “Quien te quiere bien, te hará reír” y es que cuando de forma reiterada y sin una comunicación sana te hacen llorar, puedes estar segur@ que no te quieren bien. No hay que confundir amar con querer. Cuando amamos, deseamos lo mejor para el otro, nos desprendemos, no poseemos al otro, no sentimos apego sino que dejamos que la otra persona sea feliz y contribuimos a su felicidad. Querer en cambio implica una posesión, el otro es “objetivo” de nuestro amor, pero no lo amamos libremente sino condicionado por nuestro deseo de que permanezca a nuestro lado y nos haga feliz, por lo tanto hay una dependencia.

Cuando hablamos de relación sentimental en una pareja hay que distinguir distintos términos y conceptos como por ejemplo: el enamoramiento, el amor verdadero y la dependencia emocional.

Decimos que estamos “enamorados” cuando idealizamos a la persona, nos sentimos andar entre nubes, todo es maravilloso, la persona objeto de nuestro enamoramiento es perfecta, no tiene defectos, no concibes la vida sin él o ella. Lo que ocurre es que todo lo que sube, después baja y esa etapa de enamoramiento, tarde más o menos, baja en intensidad y nos encontramos que la otra persona no es perfecta, que tiene cualidades y por supuesto también tiene defectos.

El amor verdadero en una pareja es una mezcla entre el sentimiento que esa persona te produce y que sea la persona adecuada. Ya sé que suena poco romántico, pero al igual que cuando te vas a comprar una vivienda donde se supone vas a vivir durante muchos años de tu vida, no te dejes llevar solo porque te gusta, sino que tienes muy en cuenta que esa vivienda se adapte a tus posibilidades: La ubicación donde se encuentra, el espacio con el que cuenta, las comodidades que ofrece, el entorno que le rodea, la disponibilidad económica.

El amor verdadero en una pareja requiere de un sentimiento profundo de amor y de algo también muy importante: que sea la persona adecuada. Esto significa unos ingredientes tan significativos como afinidad en la relación, respeto, lealtad, comunicación, intereses recíprocos, coincidencia en escalas de valores y filosofía de vida.

Hay una frase muy usada que no corresponde con la realidad en una relación de pareja: “¡Con el amor basta!”, nos equivocamos cuando anteponemos el supuesto amor creyendo que lo puede todo, nos equivocamos cuando nos aferramos a la persona equivocada creyendo que el amor todo lo puede y obra milagros.

Equivocarse en una relación de pareja conlleva un sucedáneo del amor llamado: “Dependencia Emocional”: giramos alrededor de esa persona, confundimos los sentimientos, nos obsesionamos por o bien cambiar a la persona o por perder el control de nuestra vida siendo sumiso/a.

La dependencia emocional no solo aparece en determinadas parejas sentimentales, también se da dentro de las familias disfuncionales o en cualquier colectivo donde afloran los sentimientos. Leer másabout LA DEPENDENCIA EMOCIONAL